
Estamos viviendo una renovación, aunque alguno diría que esto es inédito. Del arte salteño salió una rama que trae el emblema punk. Se llama Nérpola. Una banda de garage, que gracias a la tecnología nivel usuario ya grabó su primer demo, y ahora ya va por el segundo. Aunque queda clarísimo que con eso no alcanza, basta escucharla y ver la repercusión que está teniendo. Ha organizado toques con bandas de Montevideo y Paysandú, tejiendo desde el underground una red de gente de seguidores sedientos de expresión y libertad.
Es que la banda no es sólo para aquél que va escuchar algo de música y buenas letras. La banda transmite mucha pasión, sentimiento, y se genera una comunicación a todo nivel.
A todo ello hay que sumarle el evento Cortocircuito, que participando con otras bandas locales logran algo más sólido, juntas inventando diversidad a la ciudad. Que todo lo bueno que está ocurriendo sea la base para algo más grande, mis saludos para esta generación rockera.
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